3 de mayo de 2014

Castillo de Sant Jordi

El curso pasado para Sant Jordi en la escuela donde trabajo decidimos hacer un intercambio entre clases. De esta manera hicimos un sorteo sobre parejas de cursos que se hacían un intercambio de algo relacionado con Sant Jordi. Podía ser un poema, una rosa, un punto de libro,... A mi clase que era la de P5 nos tocó hacernos un intercambio con los de P3.
Así que se me ocurrió que les podíamos regalar un castillo como el de la Leyenda de Sant Jordi. La idea me vino cuando desmonté el laberinto que monté para la sesión de psico que podéis ver aquí. Uniendo los cartones con bridas hice una estructura de un castillo.


Una vez la estructura montada entre todos decidimos de que color lo íbamos a pintar y nos pusimos manos a la obra. Una vez seco fuimos añadiendo detalles como dibujar flores, añadirle adoquines de piedra hechos con trozos de cartón y ponerle cortinas con retales de tela y papeles.








La puerta era levadiza con unas lanas y unos botones en los extremos y por dentro del castillo había un trozo de velcro que se enganchaba con la puerta para ayudar a mantenerla cerrada, porque del peso del cartón la lana acababa deslizándose por el agujero y se abría.


















Lo que más me gustaba de este castillo era que podía guardarse recogido,...




... abrirse para jugar y tener unas torres para esconderse o estirarlo del todo para poder entrar muchos niños y niñas a jugar.


Para hacer el intercambio vinieron los niños y niñas de P3 a nuestra clase y nos regalaron un punto de libro-rosa hecho por ellos.

Luego les dijimos que nos acompañasen al aula de psicomotricidad donde habíamos escondido el castillo. Primero entramos todos los niños y niñas de P5 y nos pusimos en fila delante del castillo tapándolo y luego abrí la puerta para que entrasen los niños y niñas de P3 y gritamos "Sorpresa!" y descubrimos su castillo. Estuvimos un rato todos juntos jugando con el castillo y con los módulos blandos de psico haciendo de caballeros y princesas.




Después llevamos el castillo para ponerlo en la puerta de entrada de su clase hacia el patio que es por donde les traen y recogen las familias de manera que al irse tenían que pasar por la puerta del castillo para poder salir del aula.

El castillo duró un par de días más porque lo usaban a la hora del patio. Una vida corta pero muy satisfactoria!

Más entradas de Sant Jordi clicando aquí.

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