Normalmente para Sant Jordi es típico en las escuelas hacer de manualidad una rosa para llevar a casa y dejamos de lado la parte de los libros (no tod@s!). Creo que es positivo para nuestr@s alumn@s hacer de manualidad un punto de libro. Encuentro la parte positiva en el hecho que debemos explicar su función: sirve para cuando me canso de leer y acordarme donde me quedé la próxima vez que tenga ganas de seguir con mi libro. Creo que para los peques que empiezan a leer, pero supone un gran esfuerzo para ellos leer una frase entera, es positivo decirles que no hace falta leer el cuento entero sino que lo importante es leer un poquito cada día.
Yo hoy os quiero enseñar dos puntos de libros muy sencillos. Uno para el cole y otro para los jardines de infancia por si quieren hacer algún detalle y los peques no pueden hacer según que manualidades.
Supongo que la de bebé no necesita explicación. Ese es el pie de mi pequeño en su primer Sant Jordi y tengo otro igual de mi hijo mayor. Un bonito recuerdo para los familiares!
El otro punto de libro en mi caso parte de una actividad colectiva pero puede hacerse de forma individual. En una cartulina de color (yo lo hice por mesas) pintamos con pinturas de colores de forma libre y al acabar podemos añadir purpurinas y pasamos un peine, un tenedor o la parte de atrás del pincel de manera que quitamos pintura y se puede ver el color de la cartulina en las lineas que quedan. Yo además les dí flores prensadas que tenía de un ramo que me regalaron (tengo un poco de diogenes y todo lo guardo...). Una vez seco es tarea del maestro cortar cada cartulina para que salgan los puntos de libro (yo los que me sobraban los regalaba a mis compañeros pero quizás se pueden repartir entre todos los niños para que haya punto de libro para papá y mamá por ejemplo). Yo los suelo plastificar para que no se estropeen y detrás les escribo la dita de sant jordi que hemos aprendido o poema y el año.
Son los dos muy bonitos, Raquel. Gracias por compartirlos. Un saludo.
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